No es tan fácil como parece, no basta con comprar una camiseta, comprar una boleta, sentarse en un estadio a observar, no se trata de celebrar cada vez, no se trata de sólo sonrisas, no se trata de sólo euforia, no, quien diga que eso es ser hincha de EL MÁS GRANDE tal vez no sirva para serlo.
Entonces, ¿Qué es ser hincha
del más grande? No es sencillo, es más no cualquiera merece llamarse con
ese excelso titulo, para ser hincha de EL MÁS GRANDE hay que tener un
arduo entrenamiento, es aprender a llorar, a sufrir, a gritar, a saltar y
a celebrar, es aprender a jamás perder la fe, es nunca desfallecer, es
nunca perder la esperanza, es caerse y levantarse con más fuerza.
¿Al grande lo hace grande sus victorias? Cierto, pero ¿qué hace al grande EL MÁS GRANDE? Mostrar las yagas de sus quemadas, mostrar las cicatrices de sus golpe, el que caminó por el infierno para subir al cielo.
Pero dónde carajos está el más grande de hace años? El hincha del más grande lo ve siempre, y siempre ha estado ahí, De Avila, Battaglia, Gareca, Falcioni, Cabañas, Willy. Ah ya se lo que dicen, no los veo, creo que prefieren que los llamen con sus nuevos apodos: Romero, Schenone, Lalinde, Trujillo, Bustos, Mosquera, tal vez nadie más los ve, pero el hincha del EL MÁS GRANDE, los tiene frente a sus ojos.
El hincha del más grande llora para reír, sufre para gozar, se enoja para reír. Si no cumples estos requisitos es mejor que obsequies tu camiseta, guardes las banderas y te prepares mejor.
Atentamente un
HINCHA DEL MÁS GRANDE, UN HINCHA DE LA MECHITA, UN HINCHA DE AMÉRICA DE
CALI.